ESCRIBIR UN DIARIO NOS AYUDA A OLVIDAR LA ILUSIÓN DE TENER UNA VIDA PRIVADA
(ricardo piglia)

HAGO MI FICCIÓN PARA QUE SEA CIERTA
(pentti saarikoski)

miércoles, 28 de julio de 2010

TRAS LA TORMENTA...

Pasados los días aciagos, vuelvo a encontrar el horizonte despejado. Un horizonte en calma que me cuesta describir con palabras. Me basta con sentir en cada poro de mi piel esta sensación que me invade: una sensación de paz y tranquilidad en la que se disipan, como la bruma en alta mar, todos los odios; una sensación de paz y tranquilidad en las que todas las desilusiones, las recientes y las que parecían olvidadas, se pierden en un más allá de la memoria, como las imágenes de otra inútil borrachera; una sensación tan agradable que logro evadirme de los asfixiantes tiempos impuestos por la lógica dominante: no me importan los años que tengo, no me importa no tener trabajo, no me importa no tener dinero, no me importa mi soledad, no me importa saberme un ser distinto en un mundo absurdo, egoísta y lleno de complicaciones sin sentido. Hoy, parto de cero, poniendo todo ese tiempo impuesto bajo mis pies, expectante a todas las encrucijadas que me encuentre en el camino, sabiendo que algún día volveré a llorar, sabiendo que algún día lo volveré a ver todo negro, sabiendo que ni la alegría ni la melancolía duran para siempre, sabiendo, en definitiva, que vivimos en un mundo agridulce.

1 comentario:

  1. mis saludos, hombre no tan absurdo... ningún absurdo podría escribir tantas palabras juntas y dotarlas de tal sentido.

    muy veraz, lo que dices, creo que todos hemos tenido tal sensación...

    sobre lo de poetisa, es cierto, aunque es una palabra tan bonita, tan poética (valga la redundancia) que además rima con brisa, risa... tantas cosas bonitas... que me sigue encantando esa palabra, me iré pasando por tu blog

    tortuguilla

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