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(ricardo piglia)

HAGO MI FICCIÓN PARA QUE SEA CIERTA
(pentti saarikoski)

domingo, 13 de mayo de 2012

SOMBRAS


Algo que decir. Buscar el ¿poema? El milagro del verbo. Un delirio. Ensimismarse en un pensamiento. Sombra. Intentar caer sobre un colchón de flores silvestres en plena ciudad para perder el rastro del ayer. Ahora estoy solo en este desierto urbano. Sombra. Un parque en las afueras. Un árbol. Un río artificial. Objetos de consumo. Sombra. Voy en coche hasta la montaña que quiero ascender. Apenas un quinta parte del recorrido real es lo que le concedo a mis piernas. No más. Es poco el aire puro que le queda a mis pulmones. He sido esparcido en un fango negro llamado Madrid. Sombra. Camino. No me reconozco en estas calles. Sombra. Entre las baldosas de la acera, briznas de hierba que intentan ascender. Ellas también anhelan tocar el cielo. Sombra. Ascender. Será eso lo que todos anhelamos. Quién sabe. Sombra. Se detienen mis dedos. Pausadamente van recuperando el aliento. Van paso a paso. Sombra. Abren vacíos en el todo. Crean huecos de nada en este exceso de todo. En esta aglomeración de pensamientos e ideas que no tienen donde ir. Sombra. Que transcurren, se deleitan. Albergan esperanzas. Tratan de darse un sentido. Sólo son palabras que no saben dónde detenerse. Sombra.