ESCALAR #8

a las nueve de la mañana
ponemos rumbo a patones
m. y yo de desde el barrio
los demás ya irán llegando al manolo
ahora que no hace calor
esperamos con un café en la terraza
desde aquí contemplamos el horizonte
una carretera sin atractivo alguno
y un pueblo casi tan feo como la misma carretera
aquí lo interesante
lo que realmente merece la pena ser observado
son todas las bellas mujeres que también hacen parada
donde nosotros esperamos al resto
preciosas todas ellas, las mujeres

sobre la escalada poco que contar
ya lo dije: no hay nada épico en lo que hacemos
muy por encima de la media
muy por debajo de la élite
vencemos a nuestros miedos
subimos grado o lo mantenemos
somos muchos, montones de huidizos
que huyen de lo cotidiano
buen tiempo, poco calor
increíble estancia a la sombra
con la mejor compañía de todas
p., m, j, a., r., y el que escribe
los nombres no importan
con saber quienes son es suficiente
y a ti que lees esto
no te importa, podían ser cualquiera

AFTERWORK #28

termina la semana
y con ella agosto
y con él el verano

el calor persistirá unos días más
quizás algo más de un mes
no olvidemos el veranillo de san miguel
que siempre, a finales de septiembre
nos otorga de unos bellos días estivales
justo antes
de que el frío retorne con octubre y su cambio de hora

pero el verano, eso es otra historia
septiembre será la vuelta del tráfico, del estrés
volver otra vez a sufrir la ciudad
su naturaleza, su razón de ser
gentes agobiadas que caminan como zombis
con la zanahoria de su simulación de libertad frente a la frente
otra vez las calles se llenarán de coches
con sus nerviosos conductores
echando pestes, los dos
contaminando el entorno, también los dos

y además
la ciudad también se vaciará de niños
como un aperitivo de los que les deparará el futuro
volverán a la escuela, cada día, de nueve a cinco

un buen momento para coger vacaciones
y salir corriendo
sólo once días más
y no seré más que un resto
en esta ciudad

AFTERWORK #27

era más un prisionero que un ciudadano

Irme Kertész

pasan los días
el verano a punto esta de finalizar
y en todo este tiempo
no he hecho nada
o casi nada
trabajar, escalar
y algún escarceo amoroso
nada que merezca la pena ser reseñado

los días pasan
y el mismo ¿poema?
es improvisado una y otra vez
las misma palabras
la misma atmósfera asfixiante
el trabajo como castigo
pecado original de la sociedad de consumo
que todos los pobres
los aspirantes al paraíso terrenal
hemos de pagar
el peaje
para acceder a las autopistas de la felicidad

pasan los días
y asumo mi culpa
la pago con creces
doy fe
y le hago al dios del capital
el favor de seguir vivo
un consumidor más
otro eslabón de la cadena
fácilmente sustituible

TARDE DE DOMINGO

hastiado, cansado de vivir esta media vida
me he visto en la necesidad de ausentarme de todo
he querido dejar de ser lo que he venido siendo
he querido buscar la senda que me precipitase a la fuga
sin caer en el abismo del delirio nocturno
y ahora, en esta tarde de domingo
esperando la caída del sol
cuando nada se sostiene mas que este silencio
que siempre acompaña esta hora del día
me recreo en nuestro pequeño, breve pero intenso, reencuentro

volver a saborear tu cuerpo
volver a sentir el calor de tu piel
volver a pensar todos los versos que hicieron de ti
fuente de mis poemas
tú que fuiste, lento amanecer de invierno
la fuente de la que emanaron buena cuenta de mis versos
esa historia que de vez en cuando vuelve a repetirse
un paréntesis a tanto hastío cotidiano

AFTERWORK #26

quisiera que mis palabras no fueran más que martillazos
y con ellas golpear y romper infinitamente
todo esta realidad opaca que hay a mi alrededor

encerrado en una vida a medias
los días pasan y pasan y no sucede nada
recibo hostias por todas partes
exigencias que en otra situación no asumiría
la notificación de un embargo pendiente de cobro

lindando con lo justo no llego al corazón de las cosas
me quedo a la deriva en la periferia de todo cuanto pretendo
veo como mis miedos no cesan y aumenta mi neurosis
saber que la vida podía ser otra
pero no ser capaz de encontrar un punto de partida

pasan los días y no sucede nada, todo sigue
lo único que suma es mi mala hostia
un mal humor que se incrementa con este calor urbano

pero al final del túnel, al menos
siempre encuentro un pequeño haz de luz
que atraviesa el muro y me llena de esperanza

al final siempre hay algo:
interminables muros de roca por todas partes
todos los caminos que esperan que ande sobre ellos
todas las palabras con las que improvisar estos malos ¿poemas?
la llegada del otoño y su seguido invierno

AFTERWORK 25

deseando que el día termine, cuando apenas está por empezar

Martín Kohan

todos los días, uno tras otro, el mismo día
y en todas esas horas: nada sucede
un mismo día, un eterno presente
las mismas caras con distinto rostro
uno tras otro, un único verso interminable
vano intento por alcanzar el fondo de este abismo
material inerte, una suma de palabras, que no de hechos
para formar el mismo ¿poema? una y otra vez

un solitario deambular por el vacío
perdido en este desierto urbano
encerrado en esta cárcel que yo mismo me he construido
sin ningún oasis a la vista
no mas que desolación y abandono
solo, siempre solo viendo como la vida se va
desde las ventanas de los transportes públicos

un mismo día, idéntico silencio
soñar con ser en todo lo que veo pasar
esas piernas largas, tostadas por el sol
aquello que apenas oculta ese vestido verde
ligero como una ráfaga de brisa marina al atardecer

esperar la tarde, la caída del sol
para recluirme en la celda que me da cobijo
tras creerme por unas horas
que yo también puedo ser rey lagarto
y soñar, nunca dejar de soñar con otra vida
no ser nunca autómata conformado ni oveja silente
y tener siempre presente
que todo esto algún día terminara

CALOR

verano en madrid: la calle arde
arden las aceras, arde el asfalto, arde
hasta el verde de los parques arde

nada mejor que hacer que permanecer a la espera

pero la historia presente es otra
una historia sin poética estival
una condena: pecado original del capitalismo

recorrer las calles sin previo aviso
todos los días, cada mañana
obligado a estar en el centro mismo del calor
deambulando camino de ninguna parte
sin destino, esta historia no es más que un presente

calor, verano en madrid: la calle arde
y yo en ella

DíAS SIN GLORIA, DíAS DE LEVEDAD

el ¿poema? pensado ya se fue
incapaz de narrar nada en la inmediatez del instante
me veo obligado a improvisar unos versos
un tiempo pasado que ya se fue

gracias a los santos y a todas las vírgenes
ellos y ellas nos dan estas festividades patrias
en las que los trabajadores sin verano
podemos disfrutar de cuatro días de vacaciones
en los que ver el mar y
olvidarnos de un presente sin futuro

así, sin más
un trío de jotas y una reina de diamantes
a falta de una quinta carta
nos fuimos a quiros a olvidarnos un poco de todo

y a escalar

recorrer los valles verdes de quiros y teverga
en los que probamos la blanca y dura caliza
la buena comida
y recibimos el merecido descanso
una huida completa
kilómetros de carretera
para dejar atrás el calor
y el denso aire de la capital del reino

un tiempo breve
dura más el lamento del regreso
y todo lo que la memoria retiene
es saber que el tiempo presente
no es más que un tiempo robado a los sueños

versos impropios
para un tiempo que sólo será recordado
en la memoria de la piel arañada
y en unas fotografías que no se sabe si algún día llegaran

UNA LECCIóN IMPORTANTE DE APRENDER

a las ocho y media de la mañana
j. y t. vienen a buscarme
un poco tarde para lo que pretendemos
pues el calor anunciado puede llegar a achicharrarnos
o cocernos en la cara sur de la cabrera
una hora más tarde estamos en el parking
rápidamente nos repartimos el peso
y comenzamos las ascensión
casi una hora por un sendero empinado

llegamos, ante nosotros la brothers
empieza j. por una fisura resbaladiza
t.  yo siguiendo sus pasos
en los dos diguientes largos sigue j. de primero
los dos últimos son para mí
t. no abre vía, de momento se conforma con ir de segundo
no hay problema, nos sigue sin problemas
no pone peros ni ralentiza la ascensión

mis dos largos los paso sin mayores problemas
un par de quintos muy agradecidos
abrazando la roca granitnica
acariciando sin problemas sus múltiples agarres
pero al llegar al último largo
me encuentro con que no hay reunión
j. ya me había explicado todo lo que tenía que hacer
pero soy lento
y lo que estoy haciendo, no lo estoy haciendo bien
j. sube, le sujeto desde mi arnés
me explica directamente lo que he hecho mal
y como se debe hacer
una explicación precisa, necesaria
algo que ya debería saber
le doy la razón y le agradezco sus explicaciones
en teoría ya se como usar los friends
y como montar con ellos una reunión

después de unas cervezas
el día finaliza en la placidez inconmensurable
del pantano del atazar
sin haber ido nunca, siguiendo una recomendación
damos con un pequeño rincón
junto a un campamento de verano abandonado
sin domingueros, sin ruido
con el silencio de nuestras conversaciones
y la suave corriente del agua

lástima
un montón de basura se acumula a nuestro alrededor
el ser humano, ese ser tan inconsciente, tan estúpido
pero nos hacemos los ciegos
y no intentamos darle una solución
nos conformamos con aquel silencio
mientras entre baños y siestas, porros y cervezas
nos dejamos ir a otro lugar

AFTERWORK #24

insistentemente, todo empieza una y otra vez
los días se repiten
sólo un leve cambio, apenas perceptible
en el minutaje en que llega el atardecer
o unas madrugadas más tardías y más frescas
pero nada, apenas nada
enseguida, en cuanto la jornada está en su apogeo
el calor, otra vez el calor golpeando con fuerza
y esa cara de mala hostia
y ese humor de perros
que sólo desaparecen
cuando ficho a la salida de la nada

verano en madrid
se me acaban los argumentos para improvisar un ¿poema?
solamente palabras hechas de tedio
ya sin rabia, no sé todavía porque sigo escribiendo
pero no puedo dejar de hacerlo
no me importan la calidad de los ¿poemas?
nada pretendo
quizás, un reflejo
algo que quedará, basura en la red, basura digital
un reto para los arqueólogos cibernéticos
que en futuras generaciones
indagaran el significado del instante que fuimos

y mañana, otra vez más
irremediablemente
todo volverá a empezar

LUNES

ayer, desde el mediodía
caña pa´ arriba caña pa´ bajo
todo el día disolviendome
en un domingo de verano
donde poco más que nada
la compañía de los amigos
las chicas que pasan
todo eso que no tiene validez financiera
aquello que no cotiza en bolsa
ni afecta de ningún modo
a la prima de riesgo

penitencia

un terrible lunes de agosto
trabajar en la calle
soportando el calor
los malos modos
la falta de educación
un terrible lunes de agosto
en el que el fin de semana
pasa, se va a la triste memoria
y todo lo que creímos ver
se olvida

EL PáJARO

como si fuese día laborable, a las 5:30 a.m.
suena el despertador
todo por un único objetivo: evitar el calor
no queremos deshacernos como velas de cera
en medio de la pared de granito que pretendemos subir

tras un desayuno espartano (no puede ser de otro modo)
bajo a la calle, aún de noche, y allí está i. esperándome

mientras lentamente va amaneciendo
una carretera desierta nos lleva hasta la entrada de la pedriza
para nuestra sorpresa, un chaval con cara asustadiza nos dice
que todavía no está permitida la entrada,
nos dice que tenemos que que esperar hasta la ocho

son las siete en punto
podíamos a ver dormido una hora más
normas absurdas pero necesarias, qué le vamos hacer
resignados, entre risas nos vamos al pueblo
y para hacer tiempo, desayunamos por segunda vez

al volver no somos los primeros
unos diez coches hacen cola para entrar
familias de domingueros, montañeros y otros escaladores
que también buscan
cada uno a su modo
su manera de huir de la ciudad

por fin abren, entramos
y siguiendo la misma fila de coches
llegamos hasta canto cochinos
último punto donde podemos dejar el coche
allí, los que hicieron noche, empiezan a despertar
nosotros, preparamos los bártulos
y comenzamos a caminar
tenemos una hora y pico por delante hasta la base de la vía

llegamos, ante nosotros la oeste del pájaro
nos repartimos los cacharros e i.
con esa sonrisa suya, me dice que empiezo yo
sin pensármelo me pongo a ello
y rápidamente me doy cuenta que aquí todo es distinto
aquí la fuerza de brazos, manos y dedos importa poco
aquí importan los pies, saberse colocar
una corriente eléctrica me recorre la médula hasta el centro

del cerebro

y el miedo empieza a golpearme desde dentro
trato de ignorarlo subiendo poco a poco
y tras algún que otro pilla llego a la reunión
tras esperar a i. ya algo más tranquilo
vuelvo a empezar el segundo largo
el tercero, probablemente el más difícil es para i.
al que por primera vez, le veo penar y resoplar
el cuarto vuelve a ser para mí
y el quinto y último para él
en la cumbre, con un porro, mientras comentamos la subida
disfrutamos de unas esplendidas vista
de esta parte de la pedriza
donde el silencio y los buitres que nos sobrevuelan
son los únicos compañeros a la vista y al oído

un rápido rapel de veinte metros y un destrepe de tercero
nos devuelve al punto de partida

tras comer algo rápido y rehidratar los músculos cansados
nos ponemos en marcha, sin prisas, cada uno a su pajareo
aún nos queda recorrer el camino de vuelta
hasta donde tenemos aparcado el coche
por el camino nos cruzamos con domingueros perdidos
que han andado más de la cuenta
mucho más de lo que están preparados
seguimos y hacemos una parada el el río para refrescarnos
el calor esperado ya a comenzado

al llegar al coche
del mismo modo que en la madrugada huimos de la ciudad
ahora huimos de este precioso regalo de la naturaleza
sábado primeros de agosto
por todas partes los domingueros acaparan los rincones
y en entrada en la cual tuvimos que esperar
ahora más de veinte coches al sol
son los que esperan para entrar

la carretera nos lleva a una ciudad dormida
madrid, tres de la tarde, primeros de agosto
las calles y autovías de la ciudad permanecen desconocidas
un silencio de menos de veinte coches
y un vacío hecho de un calor difícil de aguantar
las da forma

al llegar al barrio llega la despedida
i. vuelve a marchar, se vuelve al norte a trabajar
tremenda persona
igual que todos los escaladores del muro de san blas
también tremendas personas
con todo lo que hemos compartido
siempre me ha parecido mucho más
el tiempo que ha pasado desde que nos hemos conocido

historias de frío, roca, dolor, miedo y frustración 

historias que suponen confiar tanto en ti como en el otro 

además de esa alegría que supone compartir una obsesión

escalar, no es lo único

pero es algo que nos encanta