ESCRIBIR UN DIARIO NOS AYUDA A OLVIDAR LA ILUSIÓN DE TENER UNA VIDA PRIVADA
(ricardo piglia)

HAGO MI FICCIÓN PARA QUE SEA CIERTA
(pentti saarikoski)

martes, 15 de octubre de 2013

DURANTE #4

con el estómago estropeado
por uno de esos virus
que empiezan a vivir entre nosotros
ahora que han llegado lo primeros fríos
me detengo en un bar alternativo
de esos que te cobran más por lo mismo
de esos que son todo diseño
un bar del barrio que antes llamábamos malasaña
y ahora recibe el nombre de tribal

me siento en una mesa
y me pido un café no sé qué con tostadas de tomate
una preciosa camarera
morena, tatuajes, piercings
y un traje de curro de diseño
sonríe con obligación a mis bromas sin gracia
uno se da cuanta de que se hace viejo
cuando ve que sus escenarios de la adolescencia
han cambiado
y, sumido en la nostalgía
no es capaz de entender dicho cambio

ante la indiferencia de la camarera
me encerrado en Hijos sin hijos de Vila-Matas
buscando una salida
a toda esta rutina gris que lentamente
va haciéndose invierno
cuando un grupo de dependientes
tan modernos y tan actuales como la camarera
han entrado en el establecimiento
ruidosos y banales
han hecho gala de su apariencia

en ese mundo suyo
yo, con mi uniforme de operario, no era nadie
un mueble más en la sala
y atento a su conversación
me he sentido más viejo
no entendía nada, no sabia de lo que hablaban
locales y fiestas que no conozco
años luz de lo que yo fui y ya no soy
tan diferentes, tan distantes