ESCRIBIR UN DIARIO NOS AYUDA A OLVIDAR LA ILUSIÓN DE TENER UNA VIDA PRIVADA
(ricardo piglia)

HAGO MI FICCIÓN PARA QUE SEA CIERTA
(pentti saarikoski)

domingo, 31 de agosto de 2014

(ESCENAS DE LA VIDA REAL) y#4

el despertador suena a las siete de la mañana
aún de noche, maldigo la rutina y sus obligaciones
pero al abrir los ojos, reconozco la realidad
estoy en en un vivac a dos pasos del yelmo
rodeado de buenos amigos, locos montañeros
con la mente puesta en la cubre
que contemplan en silencio mis ojos
tomo el mando y despierto a los guerreros
que entre quejas e insultos cariñosos
lentamente se van despertando
con los primeros rayos de sol, cae un frugal desayuno
y antes de que el calor comience a apretar
ya estamos en la base, listos para la ascensión
unos tiran por la piratas, otros salimos por la igantius
unos al lado de los otros, compartiendo la trepada
hasta que hacemos cumbre, los seis juntos
rodeados por un nido de avispas
desde aquí contemplamos con cierto desprecio
lo último que deseamos: la inevitable vuelta a la civilización
esa ciudad con cuatro pollas su eterna boina negro
nos quedan, las mismas horas de pateo del día anterior
cargamos con  el mismo peso con el que subimos
a pesar del ruido, dejamos la mínima pista
de nuestra presencia, nadie nunca podrá saber
que estuvimos dos días en este lugar
un descenso pasado por agua que termina en cantoco
donde el resto del equipo nos recibe
con los perros y frías cervezas
que enseguida nos hacen recobrar el aliento
otro fin de semana que roza la perfección
entre los buenos amigos y la roca