ESCRIBIR UN DIARIO NOS AYUDA A OLVIDAR LA ILUSIÓN DE TENER UNA VIDA PRIVADA
(ricardo piglia)

HAGO MI FICCIÓN PARA QUE SEA CIERTA
(pentti saarikoski)

sábado, 4 de abril de 2015

HORNY WEEK #4

despierto con los ladridos del perro
un caminante que atraviesa nuestro campamento
él hace su trabajo, avisa de quien se acerca
no ataca, solo llama nuestra atención
y otro día empieza, con más calma que ayer
y mientras el café hierve
otro grupo de caminantes surge
desde el camino que viene del tolmo
estos perdidos, y sorprendidos por encontrarnos
nos preguntas por el mejor camino para ir al yelmo
y tras una breve conversación
se pierden ladera arriba siguiendo nuestras indicaciones

recogemos todo el campamento, hoy
es nuestro último día
cargados con todo, ascendemos la ladera
por el mismo camino que indicamos
a los perdidos senderistas de sábado
un pesado camino pronunciado
que nos lleva a la norte del yelmo
un sombrío y frío lugar
tan desconocido y deseado por mí
muy diferente de su vertiente sur
y atacamos por la pulpo serrano
y en tras largos ya estamos a un paso de la cima
pero se oyen demasiadas voces
y nos decantamos por bajar en un par de rapeles
en el que extremamos las precauciones
no queremos que se repita
lo que ayer sucedió, una vez y no más
no más tentar a la suerte
y al llegar abajo, vemos que tenemos más tiempo
quizás una vía más esta un poco más dura
ante la duda de mi compañero elijo la keka
pero resulta complicado
encontrar la vía y tras otro posible fatídico resultado
una retira a tiempo es siempre una victoria

empezamos nuestro camino por de regreso
por el complicado hueco de las hoces
siguiendo unos casi borrados puntos morados
damos vueltas por este laberíntico descenso
que nos hace trepar y destrepar
y hasta tenemos que ayudar en algunos tramos al perro
y me paro a contemplar el majestuoso pan de kilo
algún día vendré aquí y atacaré sus séptimos grados
pero ahora nos es el momento
ahora toca seguir bajando
y cuando canto cochino se divisa, también
se empieza a notar la proximidad de las primeras personas
y ya en los brezos, mucha gente y mucho ruido
ya estamos en la civilización
el final de nuestros solitarios días